El 30 de diciembre de 2004, 194 personas murieron como consecuencia del incendio del boliche del Once. Hasta el momento, son 28 los imputados que irán a juicio oral. Hay muchos implicados pero todavía no hay nadie tras las rejas.
El día jueves los familiares de los chicos fallecidos se reunieron frente a Tribunales para repudiar la sentencia del Tribunal oral 24. Entre los miembros de la marcha encontramos a Graciela Peloso. Muy amable me invitó a su departamento en Villa del Parque para contarme de la historia de Nicolás, su hijo fallecido.
Nicolás tenía 17 años, estudiaba en el bachiller del Instituto Cardoso. Había terminado cuarto año y tenía programado su viaje a Bariloche. Tenía planeado estudiar periodismo deportivo al finalizar la secundaria.
Tenía una vida normal como cualquier adolescente, le gustaba la música. "Yo siempre le aconsejaba las cosas de la vida, que tenga cuidado, como hacen todas las madres",dijo Graciela.
Esa noche nico se junto con cinco se sus amigos para ir a disfrutar de de un recital y divertirse un rato pero solo 4 volvieron.
Graciela realizó un tratamiento durante 6 años y medio para lograr quedar embarazada. Nicolás era su único hijo y se lo arrebataron sin dar explicación alguna. Ella da gracias a Dios que le dio la oportunidad de ser mamá de un ser maravilloso, un chico ejemplar. Después de un evento así la vida nunca vuelve a ser la misma, se convierte en un dolor desgarrador que hasta que no te pasa no sabes lo que es, es lo peor que te puede pasar.
Ayer 19 de agosto se cumplió un año de la bochornosa sentencia del oral 24 del tribunal del palacio de la injusticia. Bochornosa porque deja muchas cosas inconclusas. No es lógico que le den 20 años a Chabán y su mano derecha Villareal le den un año de sentencia para cumplir acciones comunitarias, 18 años a Argañaraz y callejeros absuelto cuando siendo empresarios, tomando decisiones en conjunto y sabiendo en que condiciones estaba el lugar realizaron igual el recital.
Hay un Estado que esta ausente, hay cosas que no se controlan, en esta sociedad hay una perdida de valores, de ayuda al otro.
El primer día a Graciela la llamaban para ofrecerle de todo pero con la condición de desistir de iniciar acciones legales, “no iba a lucrar con la vida de mi hijo” dijo Graciela.
A pesar del dolor ella sigue trabajando, se levanto todas las mañanas y salgue peleando por él. Después de seis años y medio de tratamiento porque no podía quedar embarazada lo tuve a Nicolás.” Doy gracias a Dios que me dio la oportunidad de ser mamá de un ser maravilloso, un chico ejemplar” dice Graciela angustiada. La vida ya no es la misma es un dolor desgarrador que hasta que no te pasa no sabes lo que es, es lo peor que te puede pasar.
Pero a pesar de tanta negativa aún queda algo de esperanza. El fiscal Pleé es fiscal de la cámara de tasación, el pidió que se revea la causa y que se verifiquen los puntos que según él que demuestra que callejos es culpable. Es una ampliación de fundamentos que a su vez había hecho también otro fiscal cuando fue el juicio oral el 19 de agosto. “Nosotros también hicimos una presentación de apelación”, afirma Graciela. Esto se estará decidiendo en octubre.
El Doctor Iglesias, abogado de las familias, dijo en la conferencia de prensa que se realizó después de la marcha, que viendo como están las cosas no hay muchas expectativas, lo más probable es que esto quede impune, va a ser un caso más. Ojalá estemos equivocados pero grandes cambios hasta ahora no hay. Graciela dice que lo único que hacen es cambiarles figuritas y agrega que es indignante que Aníbal Ibarra que ni si quiera ha sido llamado a indagatoria todavía siga trabajando en la legislatura. “Ibarra tuvo la soberbia de decir que como los jueces lo sobreseyeron era inocente pero el sabe que no es así” comentó Graciela.
La noche de la tragedia no había tubos de oxígenos, a los chicos los llevaban de 6 en camionetas. El 40 por ciento de los chicos que fallecieron fue por entrar a sacar a sus amigos o familiares. Graciela señaló que” si hubiesen funcionado los tubos de oxígenos muchas vidas se hubieran salvado”.
A pesar de que la lista oficial dice que 195 personas murieron esa noche, no está confirmado que ese es el número real, ya que esa lista la fueron armando los padres a medida que se fueron presentando los querellantes por lo que se deduce que seguramente hubo muchas más personas que fallecieron en el incendio.
“Seguimos de pie, nada nos va a doblegar” son las últimas palabras que me dice Graciela antes de terminar la nota. Un poco temblorosa y con los ojos mojados. Una mujer fuerte, valiente que sigue peleando por un poco de justicia, algo que al parecer no llega.
